La gestión del conocimiento y la eficiencia organizacional

Vivimos en la economía del conocimiento. Esto quiere decir que el conocimiento es un activo clave para la competitividad y permanencia de las organizaciones en los mercados. Un proceso de gestión del conocimiento permite a las empresas determinar la cantidad y calidad de su Know-How para así replicar las cosas que se hacen bien y mejorar los procesos que pueden ser mejorados.

La gestión del conocimiento también es clave para diseñar nuevos productos o servicios, generar estrategias innovadoras de mercadeo, entender las necesidades de los clientes y fortalecer procesos de innovación y creatividad.

¿Cómo se hace la gestión del conocimiento?

Cuando un organización es consciente de las ventajas de la gestión del conocimiento, la primera etapa consiste en elaborar metodologías de captura del conocimiento. Esta etapa es la que convierte la información de una empresa en un activo: saber cómo, cuándo y a través de quién se hacen las cosas es un gran valor agregado de una empresa.

Una vez sistematizada la información, viene el proceso de verificación y clasificación. En este proceso, se verifica y analiza la pertinencia de la información para que se convierta en conocimiento que pueda hacer que la organización se comporte de manera más eficiente en términos de atención al cliente, generación de nuevos productos, nuevas estrategias de comercialización, reducción de los ciclos de producción, etc.

Para que este proceso sea efectivamente provechoso para la empresa, viene lo que tal vez sea la “prueba de fuego” de la gestión del conocimiento, que es su consulta, diseminación y uso para los propósitos para los que se implementó el proceso de gestión del conocimiento.  

La capacidad de adaptación de las organizaciones es lo que les permite mantenerse vigente en los mercados, con una cultura organizacional en la que se integren las maneras en que se produce, disemina y usa el conocimiento de manera dinámica y sistemática para generar valor agregado a partir del activo más importante, intangible e inobservado de las organizaciones: el conocimiento.

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